¿Te conozco o no te conozco?

¿Te conozco o no te conozco?
Pareciera pregunta de adolescente enamorada
deshojando una margarita.
Creo que te conozco, nadie más que yo, conoce
esa sonrisa de algodón que irradia mares de felicidad.

Ahora que lo pienso, pues no, no te conozco
No tengo acceso a esa caja de memorias vivientes,
a esos archivos muertos, a los mares de videos,
recuerdos y fotografías que existen en tu cabecita
transtornada de fugacidad.

Veamos, sí te conozco, sólo yo conozco esa piel
que cubre tu alma, esa piel lisa de deseo.
Sólo yo conozco ese camino que mis manos
recorren y te llevan a la locura, a la perdida de la conciencia
y te hacen perder el suelo.

No te conozco, no sé que existe en esa esponja
palpitante, roja como la pasión y el candente amor,
pequeña como un puño, pero más grande que el universo.
No sé si me guardas con recelo, no sé si habito ahí,
desconozco si al menos de visita puedo quedarme.

Escucho el latir de mi corazón, miro alrededor
sonrió con inocencia y termino mi reflexión.
Te conozco en mi pensamiento, eres creación perfecta
de mi ociosidad más inquieta.
Sin embargo, no te conozco tan sólo eres un sueño
de mi soledad más inmensa.